Aquella noche
                Aquella noche descubrimos el amor…  Nos arropamos con luceros y estrellas.  Divisamos una lluvia de amapolas,  entre los claros que dejaban las penumbras,  condenados a muerte... como yo.   Aquella noche… descubrimos el dolor  con la ternura invicta pecho adentro…  Sus ojos se hundieron en la nada  y emigró para siempre,  en los recovecos secretos de la guerra.  Nada la detuvo... ni mi sombra.    Llenaba ceniceros pensando en ella  sin dios, sin calor, sin suerte… sin ella.    Marden Nóchez