Sumisión
a ese lugar
lleno de pedacitos de libertad
para que las carcajadas
de estos chistes tan malos
y tristemente baratos
rompan la amargura
en nuestra soledad
y voy a gritar mi inquietud
mi temor
mis voces vagabundas
dejarán salir por fin
esas dudas
que han habitado tan calmas
y terminan ahora
ahogadas en tu garganta;
y voy a dejarme estrujar
por tus uñas deseosas de piel
y dejaré que me entierres los dientes
en los relieves que en mi cuerpo encuentres
convertiré mis sufrires en besos
que te daré cada vez que sienta que mientes
cuando dices que me extrañas
pero que no me quieres;
y se avecinan desperdicios románticos
pero antes de que huyas
de esta bazofia melosa
y cariñosamente grotesca
déjame encontrar tu mirada pérdida
e incrustar mis pupilas en las tuyas
tan llenas,
tan inconcebiblemente cínicas
para que no puedas mirar otras como miras las mías.