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Mostrando las entradas de octubre, 2018

Mi corazón me recuerda que he de llorar... - Jaime Sabines

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Las mejores frases y poemas de Jaime Sabines Mi corazón me recuerda que he de llorar por el tiempo que se ha ido, por el que se va. Agua del tiempo que corre, muerte abajo, tumba abajo, no volverá. Me muero todos los días sin darme cuenta, y está mi cuerpo girando en la palma de la muerte como un trompo de verdad. Hilo de mi sangre, ¿quién te enrollará? Agua soy que tiene cuerpo, la tierra la beberá. Fuego soy, aire compacto, no he de durar . El viento sobre la tierra tumba muertos, sobre el mar, los siembra en hoyos de arena, les echa cal. Yo soy el tiempo que pasa, es mi muerte la que va en los relojes andando hacia atrás. Jaime Sabines

A un olmo seco- Antonio Machado/ Joan Manuel Serrat

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Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido. El olmo centenario en la colina... Un musgo amarillento le lame la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta. Antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera. Antonio Machado - Joan Manuel Serrat

Me doy cuenta de que me faltas - Jaime Sabines

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Me doy cuenta de que me faltas y de que te busco entre las gentes, en el ruido, pero todo es inútil. Cuando me quedo solo me quedo más solo solo por todas partes y por ti y por mí. No hago sino esperar. Esperar todo el día hasta que no llegas. Hasta que me duermo y no estás y no has llegado y me quedo dormido y terriblemente cansado preguntando. Amor, todos los días. Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta. Puedes empezar a leer esto y cuando llegues aquí empezar de nuevo. Cierra estas palabras como un círculo, como un aro, échalo a rodar, enciéndelo. Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas, en mi garganta como moscas en un frasco. Yo estoy arruinado. Estoy arruinado de mis huesos, todo es pesadumbre. Jaime Sabines

Cuando te encontré - Silvio Rodríguez/ Pablo Milanés

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Donde te encontré ha pasado algo, cuando no soñé que fuera posible; donde te encontré ha crecido un árbol junto a un hondo lago de tibio cristal. Donde te encontré ha surgido un valle donde brilla un sol, donde canta un hombre; Donde te encontré, donde tú me hallaste, la noche es de estrellas, la luna es de mar. Cuando te encontré, cada criatura era un sueño que debía llegar con los buenos tiempos; cuando te encontré nada conocía su función, no había la canción con qué besar el viento. Cuando te encontré todo era desconocido y el mundo nació del amor que hicimos; cuando te encontré aprendió la nube a pasar, el ala a volar y el cielo a ser infinito. Y lo que encontré se fue haciendo grande, desbordando el mar, despertando el tiempo, y tu corazón voló con el viento, a veces en paz, a veces violento. Y esto que encontré ya no era desconocido: se hizo la canción que se había perdido. No la perderé, ni la mayor riqueza arrancará una concesi

1968 - Joaquín Sabina

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Aquel año mayo duró doce meses tú y yo acabábamos de nacer y un señor muy serio moría del disgusto en la primera página del ABC, los claveles mordían a los magistrados, París era un barrio con acordeón, Marx prohibió a sus hijos que llegaran tarde a la dulce hoguera de la insurrección, la poesía salió a la calle, reconocimos nuestros rostros, supimos que todo es posible en 1968. Jean Paul Sartre y Dylan cantaban a dúo jugaban al corro Lenin y Rimbaud, los relojes marcaban 40 de fiebre, se hablaba de sexo en la empresa Renault, dos y dos ya nunca más sumaron cuatro, sufrió mal de amores hasta De Gaulle, en medio de Praga crecían amapolas como un reto rojo al gris hormigón, la poesía salió a la calle reconocimos nuestros rostros supimos que todo es posible en 1968. Pero no pudimos reinventar la historia, mascaba la muerte chicle en el Vietnam, pisaban los tanques las flores de Praga, en México lindo tiraban a dar mientras Che cavaba su tumba en B

Un sol- Alfonsina Storni

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Esta frase pertenece al poema Romance de la venganza de Alfonsina Storni Mi corazón es como un dios sin lengua, mudo se está a la espera del milagro, he amado mucho, todo amor fue magro, que todo amor lo conocí con mengua. He amado hasta llorar, hasta morirme. Amé hasta odiar, amé hasta la locura, pero yo espero algún amor-natura capaz de renovarme y redimirme. Amor que fructifique mi desierto y me haga brotar ramas sensitivas, soy una selva de raíces vivas, sólo el follaje suele estarse muerto. ¿En dónde está quien mi deseo alienta? ¿Me empobreció a sus ojos el ramaje? Vulgar estorbo, pálido follaje distinto al tronco fiel que lo alimenta. ¿En dónde está el espíritu sombrío de cuya opacidad brote la llama? Ah, si mis mundos con su amor inflama yo seré incontenible como un río. ¿En dónde está el que con su amor me envuelva? Ha de traer su gran verdad sabida… Hielo y más hielo recogí en la vida: Yo necesito un sol que me disuelva.

Pasas por el abismo de mis tristezas… Amado Nervo

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Pasas por el abismo de mis tristezas como un rayo de luna sobre los mares, ungiendo lo infinito de mis pesares con el nardo y la mirra de tus ternezas. Ya tramonta mi vida, la tuya empiezas; mas, salvando del tiempo los valladares, como un rayo de luna sobre los mares, pasas por el abismo de mis tristezas. No más en la tersura de mis cantares dejará el desencanto sus asperezas; pues Dios, que dio a los cielos sus luminares, quiso que atravesaras por mis tristezas como un rayo de luna sobre los mares. Amado Nervo

El miedo - Pablo Neruda

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Los mejores poemas y frases de Pablo Neruda que tonifique y que futbole, que corra, que nade y que vuele. Muy bien. Todos me aconsejan reposo, todos me destinan doctores, mirándome de cierta manera. Qué pasa? Todos me aconsejan que viaje, que entre y que salga, que no viaje, que me muera y que no me muera. No importa. Todos ven las dificultades de mis vísceras sorprendidas por radioterribles retratos. No estoy de acuerdo. Todos pican mi poesía con invencibles tenedores buscando, sin duda, una mosca. Tengo miedo. Tengo miedo de todo el mundo, del agua fría, de la muerte. Soy como todos los mortales, inaplazable. Por eso en estos cortos días no voy a tomarlos en cuenta, voy a abrirme y voy a encerrarme con mi más pérfido enemigo, Pablo Neruda. Pablo Neruda - Estravagario.

Postal de La Habana -Joaquín Sabina

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Desde el balcón que daba al Malecón veía cada mañana los peces de La Habana bailando con la historia un guaguancó. Y en el hotel el mundo iba al revés, y el siglo en camiseta regaba las macetas, y en cada bicicleta caben tres. Y la noche insensata con sus ojos de fuego negros, como dos perlas de carbón, provocándome al juego tropical y pirata de la gata mulata y el ratón. Y en vez de las respuestas que buscaba un ciclón de preguntas me esperaba, y en el desván del alma de la gente, dormía Silvio soñando con serpientes. Y a las barbas de la revolución les salían más canas cada día, y el mañana era un niño que mentía, y todos se llamaban Robinsón. Y el cuerpo al sóngoro cosongo. Songo de Changó, songo de Martí. Que no pare el sóngoro cosongo. Con el corazón yoruba lucumí. Que siga el sóngoro cosongo. Sígueme, sígueme. Me pone negro el sóngoro cosongo. Para que lo baile el negro Milanés. Mire usté. Desde el balcón la calle era un danzó

Hombre que mira a través de la niebla - Mario Benedetti

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Me cuesta como nunca nombrar los árboles y las ventanas y también el futuro y el dolor el campanario está invisible y mudo pero si se expresara sus tañidos serían de un fantasma melancólico la esquina pierde su ángulo filoso nadie diría que la crueldad existe la sangre mártir es apenas una pálida mancha de rencor cómo cambian las cosas en la niebla los voraces no son más que pobres seguros de sí mismos los sádicos son colmos de ironía los soberbios son proas de algún coraje ajeno los humildes en cambio no se ven pero yo sé quién es quién detrás de ese telón de incertidumbre sé dónde está el abismo sé dónde no está dios sé dónde está la muerte sé dónde no estás tú la niebla no es olvido sino postergación anticipada ojalá que la espera no desgaste mis sueños ojalá que la niebla no llegue a mis pulmones y que vos muchachita emerjas de ella como un lindo recuerdo que se convierte en rostro y yo sepa por fin que dejas para siempr

Pueblo Blanco -Joan Manuel Serrat

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Colgado de un barranco duerme mi pueblo blanco bajo un cielo que, a fuerza de no ver nunca el mar, se olvidó de llorar. Por sus callejas de polvo y piedra por no pasar, ni pasó la guerra. Sólo el olvido... camina lento bordeando la cañada donde no crece una flor ni trashuma un pastor. El sacristán ha visto hacerse viejo al cura. El cura ha visto al cabo y el cabo al sacristán. Y mi pueblo después vio morir a los tres... Y me pregunto por qué nacerá gente si nacer o morir es indiferente. De la siega a la siembra se vive en la taberna. Las comadres murmuran su historia en el umbral de sus casas de cal. Y las muchachas hacen bolillos buscando, ocultas tras los visillos, a ese hombre joven que, noche a noche, forjaron en su mente. Fuerte pa' ser su señor. Tierno para el amor... Ellas sueñan con él, y él con irse muy lejos de su pueblo. Y los viejos sueñan morirse en paz, y morir por morir, quieren morirse al sol. La boca abierta

A qué le llaman distancia - Atahualpa Yupanqui

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¿A qué le llaman distancia?: eso me habrán de explicar. Sólo están lejos las cosas que no sabemos mirar. Los caminos son caminos en la tierra y nada más. Las leguas desaparecen, si el alma empieza a aletear. Hondo sentir, rumbo fijo, corazón y claridad: si el mundo está dentro de uno, ¿afuera, por qué mirar? ¡Qué cosas tiene la vida misteriosas por demás! Uno está donde uno quiere, muchas veces sin pensar. Si los caminos son leguas en la tierra y nada más, ¿a qué le llaman distancia?: eso me habrán de explicar. Atahualpa Yupanqui

Aquellas pequeñas cosas - Joan Manuel Serrat

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La imagen y la frase son ilustrativas No pertenece a Joan Manuel Serrat Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia. Pero su tren vendió boleto de ida y vuelta. Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas en un rincón, en un papel o en un cajón. Como un ladrón te acechan detrás de la puerta. Te tienen tan a su merced como hojas muertas que el viento arrastra allá o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve... Joan Manuel Serrat

Amores eternos -Joaquín Sabina

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Desnuda se sentía igual que un pez en el agua, vestirla era peor que amortajarla; inocente y perversa como un mundo sin dioses, alegre y repartida como el pan de los pobres. No quise retenerla, ¿de qué hubiera servido deshacer las maletas del olvido? Pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo mirando por encima de mi hombro lo que escribo. Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa, a cambio de sus besos y su prisa; con ella descubrí que hay amores eternos que duran lo que dura un corto invierno. Conservo un beso de carmín que sus labios dejaron impreso en el espejo del lavabo, una foto amarilla, un corazón oxidado, y esta sed del que añora la fuente del pecado. Antes que la carcoma de la vida cotidiana acabara durmiendo en nuestra cama, pagana y arbitraria como un lunes sin clase se fue de madrugada, no quiso ser de nadie. Joaquín Sabina

Última noción de Laura - Mario Benedetti

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La frase de la imagen es ilustrativa NO pertenece a Mario Benedetti A Ana María Picchio Usted martín santomé no sabe cómo querría tener yo ahora todo el tiempo del mundo para quererlo pero no voy a convocarlo junto a mí ya que aún en el caso de que no estuviera todavía muriéndome entonces moriría sólo de aproximarme a su tristeza usted martín santomé no sabe cuánto he luchado por seguir viviendo cómo he querido vivir para vivirlo pero debo ser floja incitadora de vida porque me estoy muriendo santomé usted claro no sabe ya que nunca lo he dicho ni siquiera esas noches en que usted me descubre con sus manos incrédulas y libres usted no sabe cómo yo valoro su sencillo coraje de quererme usted martín santomé no sabe y sé que no lo sabe porque he visto sus ojos despejando la incógnita del miedo no sabe que no es viejo que no podría serlo en todo caso allá usted con sus años yo estoy segura de quererlo así usted martín santomé no sabe q

El primer beso -Amado Nervo

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Yo ya me despedía…. y palpitante cerca mi labio de tus labios rojos, «Hasta mañana», susurraste; yo te miré a los ojos un instante y tú cerraste sin pensar los ojos y te di el primer beso: alcé la frente iluminado por mi dicha cierta. Salí a la calle alborozadamente mientras tu te asomabas a la puerta mirándome encendida y sonriente. Volví la cara en dulce arrobamiento, y sin dejarte de mirar siquiera, salté a un tranvía en raudo movimiento; y me quedé mirándote un momento y sonriendo con el alma entera, y aún más te sonreí… Y en el tranvía a un ansioso, sarcástico y curioso, que nos miró a los dos con ironía, le dije poniéndome dichoso: -«Perdóneme, Señor esta alegría.» Amado Nervo

Informe de la situación -Víctor Heredia

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Paso a detallar a continuación el sucinto informe que usted demandó: Duele a mi persona tener que expresar que aquí no ha quedado casi nada en pie. Mas no desespere, le quiero aclarar que aunque el daño es grave, bien pudiera ser que podamos salvar todo el trigo joven, si actuamos con fe y celeridad. Parece ser que el temporal trajo también la calamidad de cierto tipo de langosta que come en grande y a nuestra costa, y de punta a punta del país se han deglutido todo el maíz. A los manzanos se los ve cayendo antes de florecer. Se agusanaron los tomates y a las verduras, por más que trate, ya no hay manera de hacerles bien. Ya no sé qué hacer ni tengo con quién. La gente duda en empezar la tarea dura de cosechar, lo poco que queda se va a perder si, como le dije, no ponemos fe y celeridad. Y entre los males y los desmanes hay cierta gente que, ya se sabe, saca provecho de la ocasión comprando a uno lo que vale dos y, haciendo abuso de autor

Detrás de los cristales - Alejandro Filio

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Suelo mirar detrás de los cristales triste y fugaz al gato de la calle. Siempre de azul la ventana del tiempo, si miras tú con el color del cielo, del mar, de todo lo perfecto para andar lanzando primaveras. Cuando me voy ya sabes lo que pienso: guárdame el sol, el que me estoy perdiendo. Nunca sabrás lo que estoy planeando para robar canciones a tu abrazo y más estrellas cuando lloras mi verdad, la de seguir cantando. Suelo mirar detrás de los cristales y vuelvo otra vez al sitio en que me hallaste. Luna mujer, devuélveme la noche para saber qué tanto me conoces si estás pendiente a cada paso por llegar de vuelta hasta tu nombre. Alejandro Filio

Derroche - Ana Belén -(Manuel Jiménez - Ramón Sánchez)

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El reloj de cuerda suspendido, el teléfono desconectado, en una mesa dos copas de vino y a la noche se le fue la mano. Una luz rosada imaginamos comenzamos por probar el vino con mirarnos todo lo dijimos y a la noche se le fue la mano. Si supiera contar todo lo que sentí no quedó un lugar que no anduviera en ti. Besos, ternura que derroche de amor cuanta locura. Que no acabe esta noche ni esta Luna de abril para entrar en el cielo no es preciso morir. Parecíamos dos irracionales que se iban a morir mañana. Derrochamos, no importaba nada las reservas de los manantiales parecíamos dos irracionales que se iban a morir mañana. Si pudiera contar todo lo que sentí no quedó un lugar que no anduviera en ti. Y la noche es testigo de esta inmensa locura. Nuestra ruta de amor se convierte en ternura. Canta : Ana Belén   Autores :Manuel Jiménez - Ramón Sánchez

Detrás está la gente - Joan Manuel Serrat

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Detrás de los héroes y de los titanes, detrás de las gestas de la humanidad y de las medallas de los generales. Detrás de la Estatua de la Libertad. Detrás de los himnos y de las banderas. Detrás de la hoguera de la Inquisición. Detrás de las cifras y de los rascacielos. Detrás de los anuncios de neón. Detrás, está la gente con sus pequeños temas, sus pequeños problemas y sus pequeños amores. Con sus pequeños sueldos, sus pequeñas campañas, sus pequeñas hazañas y sus pequeños errores. Detrás del Quijote y de Corín Tellado, de Miss Universo y del Escorial. Detrás de Hiroshima y del Vaticano. Detrás de la víctima y del criminal. Detrás de la mafia y de la policía. Detrás del Mesías y de Wall Street. Detrás del Columbia y de la heroína. Detrás de Goliat y de David. Cada uno a su manera cada quien con sus modos; detrás estamos todos, usted, yo y el de enfrente. Detrás de cada fecha, detrás de cada cosa, con su espina y su rosa, detrás, está l

Benito - Joan Manuel Serrat

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Al verle caballero, le dije aquí al Benito: "...Ese es de los que nunca niega una ayuda..." No deje que le engañe mi abrigo descosido... Paso por una racha negra y peluda pero tengo mi casa, no soy un muerto de hambre, sólo que últimamente ya no la empleo. No soy como el Benito... Tengo familia, sabe, aunque hace mucho tiempo que no les veo. Si es su gusto invitarme tomaré una copita... Hace un frío que pela por esas calles. Acércate Benito, el caballero invita... Ponga dos de lo mismo y Dios se lo pague. Tanto tienes, tanto vales y pare usted de contar. Hoy respiramos, mañana dejamos de respirar. Como le iba diciendo, fue el cabrón de mi yerno el que me buscó la ruina y les comió el tarro a toda la familia... Que si esto, que si aquello... Mentiras, se lo juro... ¿Me invita usted a un cigarro...? La gente, jefe, es mala y el mundo, un desatino. Mire, sin ir mas lejos, este sujeto vendería a su madre por un cartón de vino. ¡Siéntate aquí

La loba -Alfonsina Storni

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Yo soy como la loba. Quebré con el rebaño Y me fui a la montaña Fatigada del llano. Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley, Que no pude ser como las otras, casta de buey Con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza! Yo quiero con mis manos apartar la maleza. Mirad cómo se ríen y cómo me señalan Porque lo digo así: (Las ovejitas balan Porque ven que una loba ha entrado en el corral Y saben que las lobas vienen del matorral). ¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño! No temáis a la loba, ella no os hará daño. Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos ¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos! No os robará la loba al pastor, no os inquietéis; Yo sé que alguien lo dijo y vosotras lo creéis Pero sin fundamento, que no sabe robar Esa loba; ¡sus dientes son armas de matar! Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta De ver cómo al llegar el rebaño se asusta, Y cómo disimula con risas su temor Bosquejando en el gesto un extra

El titiritero -Joan Manuel Serrat

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De aldea en aldea el viento lo lleva siguiendo el sendero, su patria es el mundo, como un vagabundo va el titiritero. Viene de muy lejos, cruzando los viejos caminos de piedra. Es de aquella raza que de plaza en plaza, nos canta su pena. ¡Allez hop! ¡Titiritero, allez hop! de feria en feria. Siempre risueño, canta sus sueños y sus miserias. Vacía su alforja de sueños que forja en su andar tan largo. Nos baja una estrella que borra la huella de un recuerdo amargo. Canta su romanza al son de una danza híbrida y extraña, para que el aldeano le llene la mano con lo poco que haya. Y al caer la noche en el viejo coche guardará los chismes, y tal como vino sigue su camino solitario y triste. Y quizá mañana, por esa ventana que muestra el sendero nos llegue su queja mientras que se aleja el titiritero. Joan Manuel Serrat

Hoy y la alegría - Mario Benedetti

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La frase de la imagen es ilustrativa NO pertenece a Mario Benedetti Poco importaba que no fuera domingo ni primavera. Igual me sentía dispuesto a que algo extraordinario me purificase. En realidad, son pocos los días en que uno puede sentirse anticipadamente alegre, alegre sin ruedas de café ni cantos nauseabundos a la madrugada, ni esa pegajosa, inconsciente tontería que antes y después nos parece imposible; alegre de veras, es decir, casi triste.  Usted no podía saber que hoy, recién despierto, yo había admirado el lago de cielo -nacido, durante mi sueño, en la ventana abierta- que rozaba el pelo rubio de mi mujer. De mi mujer silenciosa, encuadrada en su costumbre, a los pies de la cama. Logré descubrirle, a pesar del contraluz, cuatro o cinco gestos, cuatro o cinco expresiones nuevas, tan sorpresivas, que me hicieron sonreír. No dijo nada, pero su silencio no alcanzó a incomodarme. Simplemente me pareció tonto explicarle que recién hoy había advertido un