Elogio al infierno de una dama - Charles Bukowski
Algunos perros que duermen a la noche deben soñar con huesos y yo recuerdo tus huesos en la carne o mejor en ese vestido verde oscuro y esos zapatos de taco alto negros y brillantes, siempre puteabas cuando estabas borracha, tu pelo se resbalaba de tu oreja querías explotar de lo que te atrapaba: recuerdos podridos de un pasado podrido, y al final escapaste muriendo, dejándome con el presente podrido. hace 28 años que estás muerta y sin embargo te recuerdo mejor que a cualquiera de las otras fuiste la única que comprendió la futilidad del arreglo con la vida. las demás sólo estaban incómodas con segmentos triviales, criticaban absurdamente lo pequeñito: Jane, te asesinaron por saber demasiado. vaya un trago por tus huesos con los que este viejo perro sueña todavía. Charles Bukowski