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Quiero tus zonas más intactas, tus luces más oscuras, la soledad que te acompaña junto a la sensatez de tus locuras. Necesito tus palabras calladas, el fuego frío de tus madrugadas, el miedo más valiente que te cuida, la calma de tu guerra sosegada. Deseo tu pecado inmaculado, la lujuria de tus ingenuidades, la fortaleza de tus debilidades y la apertura de todos tus candados. Así de simple, solo quiero tu Todo, que está formado por tus pequeñas partes, no importa lo que pierda para hallarte, tú siempre me compensas de algún modo. Katia Márquez

A veces doy cobijo a tantos sentimientos, que no logro acertar al describirlos, el orden de palabras se vuelve desconcierto, mientras intento una manera de vivirlos. porque puedo mirarte mientras te beso, pero prefiero besarte mientras te miro, puedo abrazarte mientras te siento, pero decido sentirte mientras te abrazo. También pudiera colorear tu imagen, pero es mejor imaginarte entre colores, o quizás, despertarte entre caricias, pero es más lindo acariciar tus despertares. Solo quiero tocarte mientras respiras. y a la vez respirarte mientras te toco, sentir como me pierdo entre los latidos, y latir al perderme poquito a poco. Enamorarte entre llanto y notas, notar que lloro porque enamoras quererte a ciegas mientras te pienso pensarte solo porque te quiero. Voy a aprenderme tu recorrido y recorrerte hasta que te aprenda, voy a tenerte mientras me dures, para que dure mientras te tenga. Katia Márquez

Esta frase pertenece a Eduardo Galeano  No  el poema No hay nada como el hogar y muchos hallan en su tribu la luz que ilumina sus mañanas. No hay nada en el hogar y muchos pierden la luz de su alma en las más voraces carencias. No hay siquiera un hogar y muchos no tienen una luz en la cual al menos guarecerse. Yo camino por el mundo siempre buscando pedacitos de luz que prendan en fuego mi alma. Porque sin luz caes en el abismo porque sin alma no tienes fuego porque sin hogar no tienes alma. José Quirós

Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de ti. Dale el día libre a la experiencia para comenzar, y recíbelo como si fuera fiesta de guardar. No consientas que se esfume, asómate y consume la vida a granel. Hoy puede ser un gran día, duro con él. Hoy puede ser un gran día donde todo está por descubrir, si lo empleas como el último que te toca vivir. Saca de paseo a tus instintos y ventílalos al sol y no dosifiques los placeres; si puedes, derróchalos Si la rutina te aplasta, dile que ya basta de mediocridad. Hoy puede ser un gran día date una oportunidad. Hoy puede ser un gran día imposible de recuperar, un ejemplar único, no lo dejes escapar. Que todo cuanto te rodea lo han puesto para ti. No lo mires desde la ventana y siéntate al festín. Pelea por lo que quieres y no desesperes si algo no anda bien. Hoy puede ser un gran día y mañana también. Hoy puede ser u

Y si te cuento los motivos que tengo hoy para vivir, cómo te explico lo esencial de tu existencia para mí. Llevas la luz de mi bandera y el don de la sinceridad, confío más es vos que en todo lo que pueda imaginar. No me importa para dónde vas, yo voy sin mirar atrás, si te tengo por delante. Cuando quieras caminar, no me importa dónde vas, quiero ser tu acompañante. A veces pierdo los sentidos pensando el tiempo de partir, no quiero irme de este mundo con mil cosas por decir. Y sin pecar de loco ni atrevido yo te elijo mi destino, y mi camino por seguir. Si ya anduve solo demasiado, quiero vivir a tu lado lo que quede por vivir. Y andar andando por andar, por un camino sin final. Abel Pintos También te puede interesar :  Víctor Heredia

La mitad de mi cama te reclama, estoy haciendo gárgaras con mi tristeza, mi almohada está durmiendo soledades porque las sábanas destaparon la ausencia. Mi reposo se ha cansado, y se levanta buscando tus abrazos y no sé si estoy dormida o aún despierta, solo sé que te espero y mientras tanto, miro por la ventana pretendiendo ser más rápida que el tiempo, pero no llegas y la luna me oculta su rostro, y sigo en esta oscuridad que es una bofetada sin lirismo. Mis ojos más que abiertos hacen del techo su guarida, y van contando despacio estrellas que no existen, ovejitas que vuelan. Y me pregunto a quien se le ocurrió el absurdo de contar mientras se espera, si el reloj se detiene en el conteo, sin dejarte una secuencia lógica que diga, después del 20 llegarás, o después del 50, o del 90, nada, las horas no te dicen nada, las horas no te aguardan, solo esperamos mi impaciencia y yo, pero no llegas. Por suerte, en un indicio de cordura me doy cu

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo. Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio, ni pueden comprarlo. Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar. Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida. Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella. Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión. Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas. Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos. Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres. Eduardo Galeano - Patas arribas

Tus manos están hechas de precisión poética, son como las alas de un ave que florece, como las flores de un ala que se crece como las aguas de una tierra donde se esconden peces que han venido a guarecerse de la sal de los mares. Tus manos son como un despeñadero en el que caigo a diario sin que mis temores me controlen, son el precipicio al que me entrego sin recelo, sin suplicas, sin miedo. Tus manos son metáfora perfecta, porque mojadas son simplemente ríos donde mis soles se suicidan a diario, a la espera de mañanas completas. Tus manos son tornados que impresionan pero nunca me espantan, son el lenguaje de todas mis montañas, las mariposas que me tejen el alma. Tus manos son mi fruta predilecta, porque todas sus mieles me alimentan. Son mi causa y efecto, son la acción de mis verbos, tus manos son la calma y son la fiesta. Katia Márquez

Mis manos de tinta tus labios de aire la luz de tus ojos da vida al fuego en mi sangre. De piedra mis piernas de pluma mi pecho con tu color se visten tan dulces mis sueños. De sombra es el miedo de carne el deseo la miel de tu aroma es la brisa que me da aliento. Vos sos el consuelo que abriga mi herida con tu color se visten tan dulces mis días. Somos dueños del amor somos parte del misterio que nos roba la razón y nos vuelve eternos que nos cura las heridas viejas del corazón. Me sueñan tus besos te extrañan mis versos me pierdo en las horas que se hacen carne en mi anhelo. Anudo un pañuelo te encuentro en mi espacio me hundo en una sombra te espero en mi abrazo. Te vas hacia el cielo con las alabanzas que rezan mis manos acariciándote el alma. Me voy como un trueno con mi pensamiento al centro de tu cuerpo me llevan los vientos. Somos dueños del amor somos parte del misterio que nos roba la razón y nos vuelve e

Quiero llenar el diccionario de mi cuerpo con palabras de tu rostro, que a diario me visita y me contagia, rodear mis entrañas con recursos y versos, amarte con acentos. Quiero tener tus puntos para detenerme a contemplarte, tener tus comas para respirar entre beso y beso y volverme punto y coma sin perder el hilo del comienzo, multiplicando guiones que me tracen el camino hacia ti. Quiero incluir signos de admiración a tu sonrisa, vaciarte el alma de interrogaciones, atrapar al tiempo entre paréntesis y derribar las barras divisorias. Quiero todos los signos para darte señales, clavarte las vocales en el pecho y envolverte entre rimas consonantes, con el único fin de construir un libro abierto que solo finalice, cuando reposen nuestras almas en la eternidad de un beso, que descanse entre líneas. Katia Márquez

Cuando la oscuridad me robó el alma, y mis aletas rotas naufragaron, llegaste a liberarme de la jaula, donde mis sentimientos se apresaron. No supe en ese instante, que la vida, regalaba una estrella a mi camino no supe, que era más que un viaje de ida, ni que mi corazón se iría contigo. Hoy te miro en silencio y me descubro, inocente, feliz, iluminada, no me duelen las venas, no me cubro, porque llenas espacios de mi nada. Esos espacios que quedaron rotos, descomponiendo sueños y canciones, derritiendo recuerdos con los focos, de la pálida luz de sus rincones. ¡Pero tú me has salvado!, me libraste, de un intenso dolor, casi asesino, y ahora sé que al perderme me encontraste, ahora sé, que quererte es mi destino. Katia Márquez

Estas son las piezas de mi juego, un Rey, que es mi corazón, una Reina, que es mi vida, un caballo para moverme a 4 pasos, una torre para escudarme, y el tablero, mis amigos. Movimiento y defensa, corazón y vida. He ahí la esencia de mi estancia en la tierra, un juego de ajedrez de bolsillo que siempre va conmigo. Ni siquiera imagino cuál será el final de la partida, casi siempre el contrario suele estar mejor armado y con mayor amplitud de movimientos. Toca luchar, así , sin más, aunque sé que si gano, tendré que comenzar un nuevo juego. Katia Márquez

Veinte años cosidos a retazos de urgencias, disimulos y rutinas, veinte años cumplidos, en mis brazos, con la carne del alma de gallina. Veinte años de príncipes azules que se marchaban antes de llegar, veinte tangos de Manzi en los baúles, veinte siglos sin cartas de papá. De González Catán, en colectivo, a la cancha de Boca, por Laguna, va soñando —"Hoy ganamos el partido"— la niña de los ojos de la luna. Los muchachos de "la doce" más violentos, cuando la "junan", en la Bombonera, le piden, a la Virgen de los Vientos, que, le levante, a Paula, la pollera. Veinte años de mitos mal curados dibujando dieguitos y mafaldas, veinte vidas hubiera yo tardado en contar los lunares de su espalda. Le debo una canción y algunos besos que valen más que el oro del Perú, sus huesos son sobrinos de mis huesos, sus lágrimas los clavos de mi cruz. De González Catán, en colectivo, a la cancha de Boca, por Laguna, va soñando -

Hoy es uno de esos días en lo que me vendría genial tenerte aquí, sentir tu calidez, tocar tu candidez, beber de tu ilusión, aburrirme a tu lado sin consecuencias, viviéndote, someterme al hechizo de tu presencia, aunque me aleje del mundo entero, sin que sea necesario gritar a cuatro vientos que te amo. Hoy es uno de esos días en los que los minutos me tientan a seguir dando vueltas, círculos cerrados que van más allá de la simple circunferencia, que se presentan a mi, dentro de un triángulo con vértices inconclusos, por cuyas esquinas rotas se van escapando los segundos que se quedan contenidos, a pesar del constante paso del tiempo. Hoy es uno de esos días en los que negocio con mi mente, pretendiendo convencerla de que pare, que pare de pensarte a todas horas, mientras como, mientras camino, mientras duermo, mientras respiro, pero por más que quiero sobornarla ofreciéndole un poco de paz, no logro detener los pensamientos, que se afanan

No conozco el final, pero sé que estoy aquí, ahora, tú aún no lo sabes bien , pero también estás, atrapando momentos en la aurora. Dame la mano y sueña, vamos a caminar, ayúdate a ayudarme y ayúdame a ayudar, a lo mejor mañana ya nada será igual, o tal vez nos veamos en otra eternidad. Dicen que todo el mundo viene con su canal marcado en un destino que no puede cambiar, somos un episodio, un capítulo más, tal vez un simple título, no importa, que más da. Ahora puedes tocarme, ahora soy terrenal, ahora soy tu libreto, ahora soy tu verdad, ahora soy un motivo, el guión de tu piel, ahora yo soy tu cuadro y también tu pincel. Deja ya las preguntas y atrévete a sentir, cierra fuerte las puertas por si quieres huir, pretendo ser la tesis que tienes que escribir para poder graduarte de ganas de vivir. No pido nada a cambio, desconozco el final, solo sé que existimos, con eso bastará. Katia Márquez

Lo intento, siempre, de todas las formas, con todos los matices, al revés y al derecho. Lo intento, pero no brota el retoño, se quedan las palabras sembradas en orgullo, en el ego feroz y destructivo. Lo intento, y sigue el agua sin salir de la fuente aunque esté llena. Se desnuda mi voz gimiendo a gritos, mi decir se ha quedado atrapado en la lucha, yo lo intento, pero tu no me escuchas. Te juro que lo intento de todas las maneras, en todos los momentos lo intento, yo lo intento pero solo hay silencio. Katia Márquez

Tengo los ojos eclipsados por tu ausencia, reteniendo un lago de suspiros que rebotan contra una pared, rasgada por los quejidos y la soledad. Tengo la piel cubierta de arañazos que son como cicatrices que no se ven, como rastros trazados por el fuego, en un bosque que ha perdido el camino y se ha quedado en carne viva de cenizas. Tengo los labios en eterna sequía, desde que ha dejado de brotar la cascada con la que sueles regarme diariamente. Tengo el rostro como una foto fija de añoranza. Te echo de menos, solo encuentro un esbozo de consuelo cuando suena el teléfono y se acorta, por minutos, la distancia entre nuestros sonidos, entonces tu voz se vuelve un soplo de confianza, una guarida donde dejar oculta mi agonía. 12 días!, son solo 12 días los que separan nuestro beso, pero siendo muy franca, a mí me sobra la palabra solo, porque siento que todo está desactivado, que todos mis segundos se han marchado de visita al infinito. Así que estoy vivie

Me despedí de ti con un te quiero, sintiendo que mi mundo se partía en tantos pedacitos sin consuelo, que no supe escapar de la agonía. Muy lentamente vi que te alejabas y con el corazón paralizado, te dediqué un adiós como si nada, mientras temblaba con mi rostro helado. Caminé compungida hacia la puerta, con un mar en mis ojos contenidos, bloqueada, cabizbaja e indefensa, con los labios sellados y dormidos. Y cuando estaba casi consumida, por un fiero aluvión de sentimientos, volviste tu mirada hacia la mía, y abrazaste las migas de mi cuerpo. Sentí que nuevamente renacía, que todos los colores eran míos y pude soportar la despedida, porque me diste un sueño enternecido. Katia Márquez

por descubrir en ti la luz de mis latidos. No he de pedir permiso para adorar tu rostro dulce y ferozmente. La gente nada sabe del amor si no se reconoce en nuestros pasos. Y al lado de la cama —más bien al pie— espero a que esta aurora te despierte. Que no espere mis disculpas, corazón. Todo empieza y todo acaba en ti. Y no te asustes, mi amor, si mi voz suena algo seria y definitiva. La vida es una y una es la respuesta. Mi piel se quema sin tu suave sombra. Te nombran las ciudades que pisé y en cada esquina encuentro tu acertijo. Si vivo fue porque siempre esperé para entregarte mi pecho desnudo. El futuro me ha nombrado con tu voz. En ti todo encuentra una razón. Todo comienza en ti: el resto de mi vida y la razón de abrir cada ventana, la canción que resuelve mis dudas, mi delirio y mi cura. Y todo acaba en ti, los besos, cada fiesta y la raíz que bebe mis dolores, mi febril costumbre de buscarte, mis días y este hambre de ti. De ti. De ti. De ti. No voy a pedir

Sólo un pájaro negro sobre el pretil cascado una línea de sol en la reja de herrumbre azoteas sin rostro sin miradas sin nadie . estúpido domingo voraz deshabitado . ahora se borra el sol definitivamente el pájaro se borra y es un vuelo sin magia como última señal de vida la camisa oreándose en la cuerda agita enloquecidas blancas mangas que reclaman socorro pero abrazan el aire. Mario Benedetti  -  Próximo prójimo  (1965) También te puede interesar :  El amor es un centro 

Hoy tengo el pensamiento navegando entre frases que llegan en la noche como la luna llena, tal vez con la esperanza de poder hechizarte con mis versos, que mojan la espuma de tu arena. Quiero contarte un cuento con tanta fantasía que la ilusión te embriague y tu interior renazca, que tu mundo florezca al sol del mediodía y tu cuerpo se nutra de un ave que te canta. Sueño con susurrarle a tus manos calladas, con esparcir mis letras en tu libro de vida, sueño con deleitarte, aunque no diga nada, y dejar en tus venas una llama encendida. Hoy solo me alimento de cartas inundadas, escritas con los dedos vestidos de tu aroma, el corazón me grita con una fuerza brava, y descubro algún angel vistiendo tu corona. Hoy todas mis vocales se escapan y te buscan, no puedo detenerlas, corren hacia tus campos, van recorriendo ríos que con el mar se juntan, van rompiendo fronteras hasta alcanzar tus labios. Katia Márquez

Te marchas, ya no estarás, enmudecerá el hogar, quedará sorda mi voz y mis ojos gritarán. Te marchas dejando atrás, agua, viento, soledad, triste desesperación que ansiosa te esperará. Te marchas y secarás toda la lluvia del mar, contigo se irá el color, de las aves al volar. Te marchas, toca esperar, amanecer y contar, encadenar el dolor, hasta verte regresar. Katia Márquez

Vende caro tu amor, aventurera! Dale el precio del dolor a tu pasado. Y aquel que de tus labios La miel quiera Que pague, con diamantes su pecado Que pague con diamantes su pecado. Vende caro tu amor, aventurera! Dale el precio del dolor a tu pasado. Ya que la infamia de tu cruel destino Marchitó tu admirable primavera Haz menos escabroso tu camino Vende caro tu amor aventurera. Ya que la infamia de tu cruel destino Marchitó tu admirable primavera Que pague con diamantes su pecado Que pague con diamantes su pecado. Que pague con diamantes su pecado… Autor - Agustín Lara Cantante - Natalia Lafourcade

Permítete caer, pero levántate otra vez, saca de tu interior ese tornado, que dibuja tu mundo de emociones, no navegues aislado en los rincones, no desistas sin haberlo intentado. Permítete llorar, pero diviértete otra vez y convierte tu llanto en una lluvia que inunde los jardines con sus flores, sonríele a la vida cuando llores, sécate al sol si sientes que diluvia. Permítete soñar, pero despiértate otra vez, plántale cara a todos los dolores que te atraviesan con su fina espada, regálale una brisa sosegada a la fragilidad de tus temores. Permítete creer, pero sé escéptico también, muchos esconden sus verdades rotas, no todos sueñan con el mismo cielo, ni todos pisan sobre el mismo suelo, hay mucha falsedad que nunca notas. Permítete querer, pero querer sin obsesión, quiere cálidamente , sin disfraces, con todos tus matices distintivos, como un ángel que siempre te sorprende, como un puñal que solo te defiende, quiere siempre, por

Por tu capacidad, por tu elegancia, por tu voz bondadosa y seductora, porque regalas luces de abundancia, he decidido coronarte Aurora. Porque en el renacer de la mañana, eres el fuego que derrite y salva, la mágica poción que solo sana, he decidido nominarte Alba. Por esa brillantez con la que alumbras la sombra más desierta que me estanca, por la pureza de tu amor que inunda, he decidido que te llames Blanca. Porque me das la vida y me alimentas, con una exquisitez que me desarma, porque aún vaciándome, me complementas, he decidido que serás mi Alma. Katia Márquez

Esta historia terminó, no existe, lo que un día construimos se ha esfumado. Pareciera que es más fácil dejarnos, pero eres un fantasma conmigo caminando. No creas que no valió la pena, no creas que no eres importante, al contrario, yo te amé con toda el alma. No creas que no valió la pena, no creas que lo perdimos, esto que nos duele, aunque nos duele es sólo nuestro. Lo que construimos se acabó, lo que construimos se acabó, fue sólo nuestro, fue sólo nuestro. Lo que construimos se acabó, lo que construimos se acabó, se lo lleva el viento, se lo lleva el viento. Esta historia terminó, no existe, lo que un día construimos se ha esfumado. Pareciera que es más fácil dejarnos, pero eres un fantasma conmigo caminando. Yo no aprendí a soltar amores, yo no aprendí a dejarte ir. Eras una apuesta de largo plazo, lo que construimos, lo que construimos. Lo que construimos se acabó, lo que construimos se acabó, fue sólo nuestro, fue sólo nuestr

Quiero llenar el cielo con tu esencia, dejarle un rastro de mi amor al viento, confesarle a una nube lo que siento, retar al sol con toda mi inocencia. Quiero gritarle al mar con elocuencia que eres la fuente de mi nacimiento, que no permitiré que cambie el tiempo, aunque rujan sus olas sin clemencia. Quiero rasgar la pena que te encierra, con puñaladas firmes de caricias, que te regalen fuerza en cada guerra. Quiero matar con mis buenas noticias el dolor que te postra y que te entierra, y sembrarte entre surcos de delicias. Katia Márquez

Se han abierto las flores este invierno, no se apagó la luna en la mañana, tu risa penetró por mi ventana, agotando las plazas del infierno. Me regalaste un torbellino tierno me rozaste con tu arma más liviana, me abrigaste con tus brazos de lana, cubriéndome con un aliento eterno. Entonces vi que un bosque renacía, de los residuos de un otoño intenso que todo lo vació con su sequía. Y comprendí que con tu amor inmenso, puede ser realidad mi fantasía, y puede ser lo efímero algo extenso. Katia Márquez

Justo ahora te pienso, te busco en mis parajes, relleno el pensamiento con minutos salvajes. Te busco con el cuerpo, sueño que estás conmigo, restaurando fragmentos de mi pecho dormido. ¿Quién pudiera besarte, tenerte aquí y ahora? ¿Quién tuviera un instante, para beber tu aurora? Pero no estás, te espero con todos mis volcanes, que calman sus anhelos flotando como el aire. No estás, pero no importa, aguardo tu regreso, no es la vida tan corta, para matar mi beso. Katia Márquez