Canción del árbol dolorido - Marcelo Berbel
De haber nacido a veces se reniega
cuando llega el temporal y el día gris
que entristece el pensar que hay que morir.
Cuando niño poco entendí a mi padre
cuando joven dudé de sus posturas
ya maduro empecé a dudar de mi
y hoy consulto su recuerdo ante la duda.
Ahora se por qué mis padres lagrimeaban
cuando de ellos me fui en aquella tarde
hoy me toca ser el árbol dolorido
que atardece en el adiós de su ramaje.
Puede tanto el amor, tiene tal fuerza
que si a todos nos rozara con su beso
se podría dar de amor, humildemente,
una lágrima y mojar el universo.
Aún no se si deseo que mi niño
sea médico, sacerdote o ingeniero
más si estudia o no estudia bien quisiera
que la vida lo diplome de hombre bueno.
Marcelo Berbel
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