Se marchitó el recuerdo



Se está marchitando el recuerdo

tal la rosa que te regale el día
del adiós, son raros los días que
por mi mente estás como hoy.

El corazón desistió palpitar por ti,
mis ojos no tienen ese brillo al
verte recorrer las calles donde
caminamos juntos de la mano.

Las noches dejaron de ser eternas
pensándote, se acabó la angustia
de pensar si estarás bien, ahora
mi alma está tranquila sin ti.

Pasó mucho tiempo desde que tu
ausencia llegó sin regresar a la
puerta de mi ansiedad apasionada,
de verdad, se acabó el sentimiento.

Hoy tengo tranquilidad, la soledad
es mi amiga, convirtió mi espacio en un
encuentro de ilusiones, profesé al final
un mundo maravilloso de locura.

Gustavo Huerta
G. H.

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