Trovadicción Radio

Con un café en la mano te recuerdo, el silencio ahora es mi compañero, la soledad nuevamente regresó, triste escribo lo que me dicta el alma. Tu ausencia me mata lentamente, reconozco que jamás regresarás, castigo cruel merecido al descuidarte, no es posible tu perdón, no lo merezco. Soy un soñador torpe siempre con tinta en las manos, perdido en los sueños, con el corazón desecho por el pecado de entregarme a la pasión del pasado. Sigue con tu vida, alza tus alas y vuela, vuela lejos mi niña, en las noches no pares de soñar, busca un buen amor, pero; jamás vuelvas a pensar en mí. Gustavo Huerta G. H

Tal vez simplemente nos rendimos, no luchamos para seguir enamorados, dejamos a un lado las palabras y nos convertimos en roca, solamente eso. El amor terminó una mañana cuando nuestros ojos se negaron a mirarse, el día que dejamos enfriar el café, en el momento que negamos el abrazo. Ya no hay mucho que decir, dar un adiós, anhelar la mejor de las suertes, un beso en la mejilla y así dejar de dañar el alma, salir hacia otros sueños que nosotros ya perdimos. Gustavo Huerta G. H:

Hoy decidí dejarte libre cómo las aves, no interrumpir la felicidad que observo en tus ojos, seguir por los caminos difíciles de la vida sin tu mano. Con el tiempo estaré bien, me consuela saber que eres fuerte y ahora seguirás los sueños que se convertirán en una hermosa realidad, el triunfo de ser feliz. Nuca podré olvidarte, es tan difícil dejar lo que se ama, pero es mejor así, te recordaré en mis mañanas y por las noches escribiré la historia de una mujer inolvidable. Gustavo Huerta G. H.

Nuevamente febrero sin ti, siguen pasando los días sin ilusión, aún estoy esperando tu llegada, sigue mi alma afligida esperándote. Te recuerdo con tu vestido azul, la lluvia empapando tu pelo, tu boca pintada de rojo que decían palabras que me hacían soñar. Pasan los años pero no puedo olvidar tus caricias, los abrazos, momentos que me hicieron conocer el verdadero amor. Partiste en febrero, mi corazón suplica tu regreso el mismo mes, porque al final de todo, fue la fecha que me entregaste el deseo de vivir. Gustavo Huerta G. H.

No te propongo una vida de felicidad, tampoco un mundo maravilloso, no encontrarás conmigo la alegría eterna, no cambiaré tu forma de apreciar la vida. Lo mío es pasajero, soy ave de paso, no puedo ofrecer prodigios todavía, no voy a convertir tu sonrisa en perpetua, no prometo cuando no puedo cumplir. Soy un soñador que no puede estar quieto, un aventurero buscando lo imposible, escribo los sentimientos por la noche para describir la ansiedad del alma. Te propongo encontrar el misterio real, prohibido, conceder lo mejor existente para olvidar nuestra realidad instintiva, te propongo conocer la gloria genuina y perpetua en un día. Gustavo Huerta G. H.

Una tarde más uno enfrente del otro, nuestros ojos brillan como la primera vez, el amor es tan grande... Nuevamente es de noche y estás en mis brazos consolando la tortura existente, el dolor que ocasiona alejarnos pronto. Así es lo nuestro, pasiones a flor de piel, gritando donde nadie escucha, callando ante el mundo, tenemos que fingir ser desconocidos para ellos. Gustavo Huerta G. H.

Los mejores Poemas inéditos Confieso que hoy te veo más hermosa, tal vez sea la nostalgia de la despedida, me arrastra la inquietud de preguntar tantas cosas; no lo haré, es el adiós. Nunca podré olvidar tus abrazos ni tu rostro que tantas veces destrozo los sentimientos de este soñador, prometo nunca olvidarte. Tienes que volar a otros lugares sin mí, tengo tanto amor, pero debo dejarte ir, comprendo las razones de alejarte, mis palabras no fueron suficientes. Quise trasformar tu mundo en una aventura de la cual tenías que despertar un día, ahora me quedaré con mi lápiz y unas hojas llenas de lágrimas que ya no leerás nunca. Gustavo Huerta G. H.

De verdad es fácil amarte, la magia está en ti, eres un pétalo que se resiste a caer, algo para siempre, una caricia eterna al corazón. Despertar pensándote es mi forma de vivir, al verte se despierta una tempestad de sentimientos, al tocar tu mano tiembla mi cuerpo. Te quiero tanto, no podría vivir sin ti, necesitaría tu sonrisa… extrañaría el llanto que depositas en mi hombro, las aves dejarían de cantar para siempre. Dime que puedo hacer con tanto amor, tus labios depositaron las palabras tan necesarias para no rendirme ¡gracias por estar! Serás la bendición de este loco que te escribe. Gustavo Huerta G. H.

¿Qué extraño de ti? No sé; en las mañanas al despertar no busco los mensajes como lo hacía con la esperanza de observar el tuyo. Al caminar no es necesaria la presencia que me dabas, los amigos dejaron de preguntar por ti y el niño que vende rosas dejó de insistir. En las noches inusitadas donde visitábamos tantos lugares son abrigadas por otras compañías alegrando el alma. ¿Qué extraño de ti? No sé, tal vez lo que extraño           es no extrañarte. Gustavo Huerta G. H.

Me cuesta pronunciar tu nombre, aún falta cerrar la herida ocasionada por tu adiós, todavía duele tu ausencia, no me acostumbro a estar sin ti. El tiempo pasa, sin embargo, el eco de tus palabras siguen persiguiendo mi mente, mi corazón late tanto al recordarte, el alma está vacía y no encuentra paz. Sueño con tu sonrisa, extraño tus manos, me oculto en la penumbra de tu ser, donde estarás amada mía ¿habrás encontrado la felicidad que yo perdí? Entrégame una señal de tu existencia, quiero saber si todavía necesitas el cálido beso que te hacía fuerte pero a mí me hacía inmortal como la fe. Ahora hay una luz desconcertante, soplos del viento que dejaron de acariciar mi rostro, sólo queda esperar que no duela pronunciar tu nombre. Gustavo Huerta G. H.

El amor es para dos, crece al pasar de los días, se llora cuando se aleja, irónicamente reímos al verlo desvanecer lentamente, el amor es fuego, se convierte en cenizas y el viento se las lleva lejos. El amor es hoy, porque el pasado arrastra un dolor, en el aire se escriben las historias, las recibimos en el alma, al llegar el tornado todo se aleja y nos quedamos con las manos vacías, con el rostro bajo. El amor no vuelve, vagando encuentra otro hogar dejando un trago amargo con su partida, sin embargo nos fortalece, juramos no caer más a pesar de que los sentimientos desconocen nuestras palabras. Si el amor falta se convierte en desamor, todo se vuelve oscuro, se van las ilusiones y solo queda el recuerdo, se debería olvidar, pero es difícil desenterrar el amor… Aún sueño contigo. Gustavo Huerta G. H.

Los mejores poemas inéditos  Todo parece estar bien, mi alma está tranquila, mis días son de tranquilidad y las noches de descanso. Llegan los recuerdos pero no duelen, son imágenes amorosas, construyen un mundo de fantasía que se reflejan en mis versos. Pronuncio tu nombre con la felicidad del primer día que te conocí, eres la esencia inmortal que vivirá eternamente en mí. Es verdad; todavía duele la despedida, sin embargo, por fin descubrí que por amor te convertiste en ¡La sangre que hace latir mi corazón! Gustavo Huerta G. H.

Las mejores frases y poemas de Amor y desamor Tal vez simplemente nos rendimos, no luchamos para seguir enamorados, dejamos a un lado las palabras y nos convertimos en roca, solamente eso. El amor terminó una mañana cuando nuestros ojos se negaron a mirarse, el día que dejamos enfriar el café, en el momento que negamos el abrazo. Ya no hay mucho que decir, dar un adiós, anhelar la mejor de las suertes, un beso en la mejilla y así dejar de dañar el alma, salir hacia otros sueños que nosotros ya perdimos. Gustavo Huerta G. H:

Otra vez descubro la tristeza en tu rostro la que tanto te costó deshacer, no llores verás que todo tendrá solución y tu sonrisa regresará como testimonio del olvido. Es cierto, me alejé sin pensar en el dolor que podría ocasionarte; mi orgullo es tan fuerte, no puedo derrotarlo, al final perdí al aceptar que no puedo dejar de amarte. Me duele que estés así, tal vez sea culpable porque dejé de escucharte, rompí la promesa de estar contigo, renuncié a la costumbre de las aventuras de los sábados por la tarde. Ven a mí, borremos con un abrazo el pasado, dejemos las lágrimas secar, ahuyentemos con un soplo la amargura, hablemos del poder de nuestro amor. De acuerdo, solamente son palabras percibidas de mi locura, pero sanan el alma a pesar de mi delirio de creer que nuevamente… estás conmigo. Gustavo Huerta G. H.

Aún no sé nada de ti, tiempo cruel que desconcierta mi paciencia, de quién será tu sonrisa, esa que me hacía soñar, a quién fortaleces con tus abrazos, los que me permitían seguir, tengo tantas preguntas. Mi alma está herida, no encuentra consuelo, aún no sé nada de ti, mi voz está cansada de tanto repetir tu nombre, mis ojos reflejan la tristeza, mi mano no deja de escribir la agonía de tu adiós. Camino por las calles sin fe, sin tu presencia, solamente pensando si volverás y tristemente, aún no sé nada de ti, no dejaste vestigio para buscarte, simplemente decidiste alejarte. Si por lo menos supiera que estás bien el corazón estaría tranquilo, regresaría la paz, porque a pesar de todo, tu felicidad es la mía, sin embargo, aún no sé nada de ti. Gustavo Huerta G. H.

Te sigo amando después de tanto tiempo, sigues en mi pensamiento como bendición, mis escritos son dedicados a tu belleza, son los poemas que nacen del alma. Al verte mis ojos brillan tal luciérnaga en la oscuridad, cuando estás ausente mi corazón se entristece, necesito apreciar tu sonrisa cada mañana así también tu abrazo por las noches al despedirnos. Te necesito tanto, eres lo más apreciado que tengo, una joya invaluable que el destino me regaló, te prometo cuidar siempre tu sombra, seguirla hasta que mi cuerpo cansado deje de existir. Gustavo Huerta G. H.

Nuevamente febrero sin ti, siguen pasando los días sin ilusión, aún estoy esperando tu llegada, sigue mi alma afligida esperándote. Te recuerdo con tu vestido azul, la lluvia empapando tu pelo, tu boca pintada de rojo que decían palabras que me hacían soñar. Pasan los años pero no puedo olvidar tus caricias, los abrazos, momentos que me hicieron conocer el verdadero amor. Partiste en febrero, mi corazón suplica tu regreso el mismo mes, porque al final de todo, fue la fecha que me entregaste el deseo de vivir. Gustavo Huerta G. H.

Los mejores poemas inéditos de Amor y desamor Eres tan mía y yo soy tan tuyo, extraña es la vida… Estamos uno enfrente del otro, el amor llegó con una fuerza inmensa. Eres tan mía y yo soy tan tuyo, compartimos nuestras alegrías, luchamos contra nuestras tristezas, nos entregamos nuestras almas. Eres tan mía y yo soy tan tuyo, son eternos los días sin ti, y bendecidos al estar a tu lado, somos sal y arena difícil de separar. Vivimos amando la libertad, siempre buscando aventuras sin permitir la sumisión, pero sin embargo; ¡Eres tan mía y yo soy tan tuyo! Gustavo Huerta G. H.

Hoy como siempre estás en mi pensamiento, escribo sin parar la historia del amor de tanto tiempo. Descubro la verdad en tus ojos que tanto adoro, así también tus brazos que me dan el calor necesario para mi alma. Eres el sol que alumbra el camino de mi vida, la luna que fortalece, la estrella más brillante y me guía en el camino de la felicidad. Continúa con tu camino a mi lado, prometo darte mis sueños, Mi energía, Mi locura, envolverte en la fragancia eterna de las flores que humildemente llegan a tus manos. Mujer de sonrisa perpetua, no existen las palabras exactas para describirte, por eso solo diré; ¡Eres simplemente hermosa! Gustavo Huerta G. H.

Se está marchitando el recuerdo tal la rosa que te regale el día del adiós, son raros los días que por mi mente estás como hoy. El corazón desistió palpitar por ti, mis ojos no tienen ese brillo al verte recorrer las calles donde caminamos juntos de la mano. Las noches dejaron de ser eternas pensándote, se acabó la angustia de pensar si estarás bien, ahora mi alma está tranquila sin ti. Pasó mucho tiempo desde que tu ausencia llegó sin regresar a la puerta de mi ansiedad apasionada, de verdad, se acabó el sentimiento. Hoy tengo tranquilidad, la soledad es mi amiga, convirtió mi espacio en un encuentro de ilusiones, profesé al final un mundo maravilloso de locura. Gustavo Huerta G. H.