Todo puede ser en ti -Katia Márquez
no se apagó la luna en la mañana,
tu risa penetró por mi ventana,
agotando las plazas del infierno.
Me regalaste un torbellino tierno
me rozaste con tu arma más liviana,
me abrigaste con tus brazos de lana,
cubriéndome con un aliento eterno.
Entonces vi que un bosque renacía,
de los residuos de un otoño intenso
que todo lo vació con su sequía.
Y comprendí que con tu amor inmenso,
puede ser realidad mi fantasía,
y puede ser lo efímero algo extenso.