Sábado 17 de agosto - Mario Benedetti
Una vez, hace muchos años, le oí decir a uno de ellos: "El gran error de algunos hombres de comercio es tratar a sus empleados como si fueran seres humanos". Nunca me olvidé ni me olvidaré de esa frasecita, sencillamente porque no la puedo perdonar. No sólo en mi nombre, sino en nombre de todo el género humano. Ahora siento la fuerte tentación de dar vuelta la frase y pensar: "El gran error de algunos empleados es tratar a sus patrones como si fueran personas". Pero me resisto a esa tentación. Son personas. No lo parecen, pero son. Y personas dignas de una odiosa piedad, de la más infamante de las piedades, porque la verdad es que se forman una cáscara de orgullo, un repugnante empaque, una sólida hipocresía, pero en el fondo son huecos. Asquerosos y huecos. Y padecen la más horrible variante de la soledad: la soledad del que ni siquiera se tiene a sí mismo.
Mario Benedetti - La tregua