Delirio
Otra vez descubro la tristeza en tu rostro
la que tanto te costó deshacer, no llores
verás que todo tendrá solución y tu sonrisa
regresará como testimonio del olvido.
Es cierto, me alejé sin pensar en el dolor
que podría ocasionarte; mi orgullo es tan
fuerte, no puedo derrotarlo, al final perdí
al aceptar que no puedo dejar de amarte.
Me duele que estés así, tal vez sea culpable
porque dejé de escucharte, rompí la promesa
de estar contigo, renuncié a la costumbre de
las aventuras de los sábados por la tarde.
Ven a mí, borremos con un abrazo
el pasado, dejemos las lágrimas secar,
ahuyentemos con un soplo la amargura,
hablemos del poder de nuestro amor.
De acuerdo, solamente son palabras
percibidas de mi locura, pero sanan
el alma a pesar de mi delirio de creer
que nuevamente… estás conmigo.
Gustavo Huerta
G. H.