Quédate para siempre

Hoy como siempre desde que te conocí,
insomne o en sueños aparece tu luz
en carne viva, descontrola mi sentido,
envuelve mi mundo en fantasía, en sueños.

Regálame tu sonrisa, tus lágrimas,
desahoga todos los recuerdos
empieza de nuevo a amar,
comprenderás lo que es tocar el alma.

Mujer, toma mi mano, no la sueltes;
toma mi corazón te lo regalo, permite
que nuestros ojos se enamoren
y si es posible, quédate para siempre.

Gustavo Huerta
G. H.

Entradas más populares de este blog

Escondido y lejos - Mario Benedetti

Escondido y lejos - Mario Benedetti

Poema 4 - Pablo Neruda

Hilo rojo

Escondido y lejos

Digo que no puede decirse el amor... - Jaime Sabines

Fuego mudo - Mario Benedetti