Tu sonrisa.


Ya para;
no te atormentes más por el pasado,
trata de reposar tu cuerpo,
tu mente,
tu alma.

Mira nuevamente para enfrente,
reencuentra las maravillas que dejaste,
el tiempo borrará lentamente la traición,
debes volver a creer en ti.

Tus heridas son grandes
pero tendrán que sanar,
ya no te preocupes por el pasado,
emprende el viaje que detuviste.

Piensa, aún hay aventuras que descubrir,
las calles, esos lugares te están esperando,
es indudable que la vida en su constante rebeldía,
otorga un nuevo día de ilusión.

Quita la angustia de tu rostro
y conviértela en una sonrisa
que como antes, te acuerdas;
lograbas conquistar el mundo.

Gustavo Huerta
G. H.

Entradas más populares de este blog

Escondido y lejos - Mario Benedetti

Escondido y lejos - Mario Benedetti

Poema 4 - Pablo Neruda

Hilo rojo

Digo que no puede decirse el amor... - Jaime Sabines

Fuego mudo - Mario Benedetti

Escondido y lejos