Mientras llueve- Alberto Cortez



Llueve,  y tus ojos brillan más  que la lluvia en el cristal de la ventana. Es tu voz, el delirio de tu voz quien me reclama, y en la penumbra el deseo de tu boca de encontrarse con mi boca es más fuerte que la lluvia.
Llueve,
y tus ojos brillan más
que la lluvia en el cristal de la ventana.
Es tu voz, el delirio de tu voz
quien me reclama,
y en la penumbra el deseo de tu boca
de encontrarse con mi boca
es más fuerte que la lluvia.

Llueve,
la penumbra es nuestra aliada
y yo veo en tu mirada
la noche, sin estrellas,
en un cielo de escarlata
cual espejo de tu alma.

Tus labios rojos ya cansados de besarme
se entreabren anhelantes
para decirme: ¡deseo!

Llueve
nuestros pechos ya jadeantes
nos invitan un instante...
a morir.


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