Arder.

Los rayos de la luna tocaron a mi puerta
y me hablaron
(Con frecuencia lo hacen...)

¿Por qué mueres tan lento?
¿Y si mejor se apaga tu fuego?
Poco motiva tanto a vivir
como pensar en volver al universo,
tanto por dejar tirado atrás
tantos ríos salados en tu nombre
tantas plegarias por tu alma
y yo tan solo deseando arder
y convertirme en una estrella.


Yo no quiero una eternidad
a los pies de un tirano,
Yo no quiero bajar mi cabeza
ante la fuente de toda la vida,
Mejor déjenme arder;
¡no más ríos salados!
¡no más plegarias!
¡tiene tanto frío mi alma!
¿Qué tanto mal haría algo de fuego?
Moriré convertido en dios;
uno pequeño e imperfecto.

Son tantos los horizontes
que mis ojos persiguen
que a menudo me siento
persiguiendo a mi sombra.
Hoy le he llamado utopía:
igual y la selva crea guerreros.

No luna, aún no es el día,
volveré al universo cuando yo quiera
convertido en estrella,
antes debo escribir mi nombre
con punta de diamante
en muchos más corazones.
Más que ríos habrá soles,
Más que plegarias habrá recuerdos.

No luna, regresa a tus moradas,
ya te llamaré cuando te necesite.
Hoy tan solo quiero a arder
y volverme más pequeño.

José Quirós

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