Anhelos.



Tu besas los labios que ya no hablan
miras unas cuencas de ojos vacías
y ves como la piel es la que percibe
el palpitar de un corazón desbocado
que corre directo hacia el abismo.

Tú sientes el toque del viento y la voz
como susurra el nombre sin cuerpo
Tú hablas a esa esfinge sorda y muda
que no conoce de enigmas ni amores.

Tú hiciste de todos mis días
la noche sin luna más oscura
y el gemido que rompe mi rutina.

No dejes que mi mirada muera
sin cruzarse una vez más con la tuya.

Que ya no soy yo quien habita mi alma.

José Quirós
En este sitio usamos cookies. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información |


Entradas más populares de este blog

Poema 4 - Pablo Neruda

Poema 4 - Pablo Neruda

Hilo rojo

Paloma quiero contarte - Víctor Jara

Escondido y lejos

Hilo rojo

Hilo rojo