Eternos
Gira el mundo, gira y gira
para el pobre, para el rico,
para la clase media
aunque ella, solo si conviene, opina.
Gira el mundo, gira y gira
para el creador, el inventor,
para el que solo mira
y así, sin trabajar, pide prerrogativa.
Gira el mundo, gira y gira
para el felón, para el traidor,
para el que se subordina
el que, a cambio de algo, se alquila.
Gira el mundo, gira y gira
para el obrero, el trabajador,
el que su vida da, día a día
el que, si osa soñar, le cae la policía.
Gira el mundo, gira y gira
para el narrador, el trovador,
el que su pluma entinta
con la verdad y rechaza la apostasía.
Gira el mundo, gira y gira
para el que ama, el que odia
el que por miedo olvida
que, teniendo todo, elige una fantasía.
Gira el mundo, gira y gira
y como todo, así se termina
sin cielo azul, sin cobardía
sin hasta luego, la muerte no avisa.
Alexander Galván López