Aquel niño
por oscuros callejones
con llagados pies descalzos
conviviendo con ratones
no esperaba que la vida
a sus ruegos accediera .
No puede tener zapatos
un hijo de limosnera .
Entre vagos asesinos
comenzó a formar su vida
sin buscar nunca razones
ni siquiera una salida .
Esos días han pasado
es ahora traficante
ha cambiado los ratones
por un grupo de maleantes .
Aquel hábil empresario
convertido ahora en convicto
hace días fue arrestado,
y escuchado el veredicto
veinte años esperando
que la libertad venciera
es ahora un desgraciado
hijo de una limosnera
y camina hacia la muerte
por oscuros callejones
con llagados pies descalzos
conviviendo con ratones.
Jaime Azócar