Agua para chocolate




Ni el tiempo ni la distancia,
son siempre lo que parece.
El tiempo va pasando poco a poco,
sin prisa ni parar.
La distancia se hace corta y
a veces inquietante e interesante.
Ni uno ni otra, pueden impedir que miremos
donde no ve nadie...
Donde solo caben unos coros y almas perdidas
que se han encontrado de nuevo.
Cuando amanece el nuevo día y
el Sol sale por el horizonte,
podremos recordar que no tenemos que ir contra corriente.
Dejemos fluir y que la Naturaleza
nos guie por el buen camino.
Ahora es de noche, y la Madre Luna mira
como me cae una lágrima.
La besa, me besa y me duerme...
Buenas noches.
Chelo Ferre


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