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Mostrando las entradas con la etiqueta Alfonsina Storni

Romance de la venganza - Alfonsina Storni

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Cazador alto y tan bello Como en la tierra no hay dos, Se fue de caza una tarde Por los montes del Señor. Seguro llevaba el paso, Listo el plomo, el corazón Repicando, la cabeza Erguida y dulce la voz. Bajo el oro de la tarde Tanto el cazador cazó, Que finas lágrimas rojas Se puso a llorar el sol... Cuando volvía cantando Suavemente a media voz Desde un árbol, enroscada, Una serpiente lo vio. Iba a vengar a las aves, Mas, tremendo, el cazador Con hoja de firme acero La cabeza le cortó. Pero aguardándolo estaba A muy pocos pasos yo... Lo até con mi cabellera Y dominé su furor. Ya maniatado le dije: —Pájaros matasteis vos, Y voy a tomar venganza Ahora que mío sois... Mas no lo maté con armas, Busqué una muerte peor: ¡Lo besé tan dulcemente Que le partí el corazón!         Envío Cazador: si vas de caza Por los montes del Señor, Teme que pájaros venguen Hondas heridas de amor. Alfonsina Storni  -  Ocre ...

Si hoy volvieras - Alfonsina Storni

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Las mejores frases y poemas de Alfonsina Storni Si hoy volvieras con los ojos cargados de promesas, con las manos cargadas de caricias; si hoy volvieras con la mente ya limpia de traiciones, con el alma ya limpia de rencores ¿qué podría yo darte? Mis ojos ya vieron muchos paisajes, mis manos se han hastiado de caricias, tu imagen se ha borrado de mi mente y tengo un alma nueva cada día... Si hoy volvieras a amarme, serías en mi vida un pobre extraño; para el perdón, el tiempo no ha corrido, pero para poder amarte es ya muy tarde. Alfonsina Storni

Alma desnuda - Alfonsina Storni

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La frase de la imagen es ilustrativa NO pertenece a Alfonsina Storni Soy un alma desnuda en estos versos, Alma desnuda que angustiada y sola Va dejando sus pétalos dispersos. Alma que puede ser una amapola, Que puede ser un lirio, una violeta, Un peñasco, una selva y una ola. Alma que como el viento vaga inquieta Y ruge cuando está sobre los mares, Y duerme dulcemente en una grieta. Alma que adora sobre sus altares, Dioses que no se bajan a cegarla; Alma que no conoce valladares. Alma que fuera fácil dominarla Con sólo un corazón que se partiera Para en su sangre cálida regarla. Alma que cuando está en la primavera Dice al invierno que demora: vuelve, Caiga tu nieve sobre la pradera. Alma que cuando nieva se disuelve En tristezas, clamando por las rosas con que la primavera nos envuelve. Alma que a ratos suelta mariposas A campo abierto, sin fijar distancia, Y les dice: libad sobre las cosas. Alma que ha de morir de una fragancia...

Dolor - Alfonsina Storni

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Quisiera esta tarde divina de octubre pasear por la orilla lejana del mar; que la arena de oro, y las aguas verdes, y los cielos puros me vieran pasar. Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera, como una romana, para concordar con las grandes olas, y las rocas muertas y las anchas playas que ciñen el mar. Con el paso lento, y los ojos fríos y la boca muda, dejarme llevar; ver cómo se rompen las olas azules contra los granitos y no parpadear; ver cómo las aves rapaces se comen los peces pequeños y no despertar; pensar que pudieran las frágiles barcas hundirse en las aguas y no suspirar; ver que se adelanta, la garganta al aire, el hombre más bello, no desear amar... Perder la mirada, distraídamente, perderla y que nunca la vuelva a encontrar: y, figura erguida, entre cielo y playa, sentirme el olvido perenne del mar. Alfonsina Storni  -  Ocre  (1925)

Voy a dormir- Alfonsina Storni

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Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme prestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados. Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Ponme una lámpara a la cabecera; una constelación, la que te guste; todas son buenas, bájala un poquito. Déjame sola: oyes romper los brotes... te acuna un pie celeste desde arriba y un pájaro te traza unos compases para que olvides... Gracias... Ah, un encargo: si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista, que he salido. Alfonsina Storni

Un sol- Alfonsina Storni

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Esta frase pertenece al poema Romance de la venganza de Alfonsina Storni Mi corazón es como un dios sin lengua, mudo se está a la espera del milagro, he amado mucho, todo amor fue magro, que todo amor lo conocí con mengua. He amado hasta llorar, hasta morirme. Amé hasta odiar, amé hasta la locura, pero yo espero algún amor-natura capaz de renovarme y redimirme. Amor que fructifique mi desierto y me haga brotar ramas sensitivas, soy una selva de raíces vivas, sólo el follaje suele estarse muerto. ¿En dónde está quien mi deseo alienta? ¿Me empobreció a sus ojos el ramaje? Vulgar estorbo, pálido follaje distinto al tronco fiel que lo alimenta. ¿En dónde está el espíritu sombrío de cuya opacidad brote la llama? Ah, si mis mundos con su amor inflama yo seré incontenible como un río. ¿En dónde está el que con su amor me envuelva? Ha de traer su gran verdad sabida… Hielo y más hielo recogí en la vida: Yo necesito un sol que me disuelva. ...

La loba -Alfonsina Storni

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Yo soy como la loba. Quebré con el rebaño Y me fui a la montaña Fatigada del llano. Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley, Que no pude ser como las otras, casta de buey Con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza! Yo quiero con mis manos apartar la maleza. Mirad cómo se ríen y cómo me señalan Porque lo digo así: (Las ovejitas balan Porque ven que una loba ha entrado en el corral Y saben que las lobas vienen del matorral). ¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño! No temáis a la loba, ella no os hará daño. Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos ¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos! No os robará la loba al pastor, no os inquietéis; Yo sé que alguien lo dijo y vosotras lo creéis Pero sin fundamento, que no sabe robar Esa loba; ¡sus dientes son armas de matar! Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta De ver cómo al llegar el rebaño se asusta, Y cómo disimula con risas su temor Bosquejando en el gesto un extra...

Al oído… - Alfonsina Storni

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Las mejores frases y poemas de Alfonsina Storni Si quieres besarme…besa -yo comparto tus antojos-. Mas no hagas mi boca presa… bésame quedo en los ojos. No me hables de los hechizos de tus besos en el cuello… están celosos mis rizos, acaríciame el cabello. Para tu mimo oportuno, si tus ojos son palabras, me darán, uno por uno, los pensamientos que labras. Pon tu mano entre las mías… temblarán como un canario y oiremos las sinfonías de algún amor milenario. Esta es una noche muerta bajo la techumbre astral. Está callada la huerta como en un sueño letal. Tiene un matiz de alabastro y un misterio de pagoda. ¡Mira la luz de aquel astro! ¡la tengo en el alma toda! Silencio…silencio…¡calla! Hasta el agua corre apenas, bajo su verde pantalla se aquieta casi la arena… ¡Oh! ¡qué perfume tan fino! ¡No beses mis labios rojos! En la noche de platino bésame quedo en los ojos… Alfonsina Storni También te puede interesar ...

¡Adiós! - Alfonsina Storni

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La frase de la imagen es ilustrativa NO pertenece a  Alfonsina Storni Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será! Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán… ¡Las flores tronchadas por el viento impío se agotan por siempre, por siempre jamás! ¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad! ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van! ¡Corazón… silencia!… ¡Cúbrete de llagas! … -de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!… ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán! ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡...

Dolor - Alfonsina Storni

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Quisiera esta tarde divina de octubre pasear por la orilla lejana del mar; que la arena de oro, y las aguas verdes, y los cielos puros me vieran pasar. Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera, como una romana, para concordar con las grandes olas, y las rocas muertas y las anchas playas que ciñen el mar. Con el paso lento, y los ojos fríos y la boca muda, dejarme llevar; ver cómo se rompen las olas azules contra los granitos y no parpadear; ver cómo las aves rapaces se comen los peces pequeños y no despertar; pensar que pudieran las frágiles barcas hundirse en las aguas y no suspirar; ver que se adelanta, la garganta al aire, el hombre más bello, no desear amar... Perder la mirada, distraídamente, perderla y que nunca la vuelva a encontrar: y, figura erguida, entre cielo y playa, sentirme el olvido perenne del mar. Alfonsina Storni - Ocre (1925) También te puede interesar : Romance de la venganza

Al oído… - Alfonsina Storni

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Si quieres besarme…besa -yo comparto tus antojos-. Mas no hagas mi boca presa… bésame quedo en los ojos. No me hables de los hechizos de tus besos en el cuello… están celosos mis rizos, acaríciame el cabello. Para tu mimo oportuno, si tus ojos son palabras, me darán, uno por uno, los pensamientos que labras. Pon tu mano entre las mías… temblarán como un canario y oiremos las sinfonías de algún amor milenario. Esta es una noche muerta bajo la techumbre astral. Está callada la huerta como en un sueño letal. Tiene un matiz de alabastro y un misterio de pagoda. ¡Mira la luz de aquel astro! ¡la tengo en el alma toda! Silencio…silencio…¡calla! Hasta el agua corre apenas, bajo su verde pantalla se aquieta casi la arena… ¡Oh! ¡qué perfume tan fino! ¡No beses mis labios rojos! En la noche de platino bésame quedo en los ojos… Alfonsina Storni También te puede interesar -  Romance de la venganza

Romance de la venganza - Alfonsina Storni

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Cazador alto y tan bello Como en la tierra no hay dos, Se fue de caza una tarde Por los montes del Señor. Seguro llevaba el paso, Listo el plomo, el corazón Repicando, la cabeza Erguida y dulce la voz. Bajo el oro de la tarde Tanto el cazador cazó, Que finas lágrimas rojas Se puso a llorar el sol... Cuando volvía cantando Suavemente a media voz Desde un árbol, enroscada, Una serpiente lo vio. Iba a vengar a las aves, Mas, tremendo, el cazador Con hoja de firme acero La cabeza le cortó. Pero aguardándolo estaba A muy pocos pasos yo... Lo até con mi cabellera Y dominé su furor. Ya maniatado le dije: —Pájaros matasteis vos, Y voy a tomar venganza Ahora que mío sois... Mas no lo maté con armas, Busqué una muerte peor: ¡Lo besé tan dulcemente Que le partí el corazón!         Envío Cazador: si vas de caza Por los montes del Señor, Teme que pájaros venguen Hondas heridas de amor. Alfonsina Storni - Ocr...