Arquetipos
a través de ecos
que dejas al viento,
confinados en lugares
que ni siquiera recuerdas haber visitado;
han persistido a pesar de los evos
disimulados entre mis pestañas
que coalicionan cada milésima,
de esto a lo que llamo tiempo.
Permanecen,
las lagañas de una mirada cansada,
por pasar noches mirando puntos fijos
de sueños hundidos,
formando arquetipos,
que nunca cumplieron su función,
y se consumieron
siendo inherentes deseos,
de un cuerpo necesitado
de tactos ajenos,
de un aliento caliente
que me erizara los vellos,
perdieron la voz
mis ideas tan trágicas,
como colgarme a tu cuello
sin ropa, jadeante,
con la desnudez absoluta…
de todos mis miedos.
Ángel Luna
