Entibio mis ansias con tu recuerdo, atesorando aquel abrazo eterno, hilo rojo que ató nuestros destinos, con entregas de amor en el camino. Suspiros al viento por la añoranza, pasión que ni con el tiempo se acaba. Invento de siluetas en los sueños, imaginando en el horizonte un regreso. Hilo conductor de nuevo a la vereda, sin renuncia a un amor que dejó su estela. Amor desmesurado en cada encuentro, en nuestra existencia , se torna perpetuo. Pasión que se guarda en los corazones, senda trazada para unir a dos amores. Hebra que nos alcanza en la distancia, para robar a nuestras vidas la calma. Hilo rojo que amarró nuestras almas encendiendo en cada tropiezo la llama, fuego que se niega a ser aniquilado, lazo eterno, amor jamás olvidado. Ángeles Mendia
Suspirar por recordar el pasado está convirtiéndose en la forma de vivir, caminar en la calle con remordimiento por falta de la presencia de tu sombra. Pasan los años y cambian cosas, con un rostro diferente observo los escritos de amor, la soledad se niega ahora crear una amistad para alejarla. Es difícil volver a entregar el corazón cuando sus heridas se niegan a calmar la sangre, al observar la luna sin el brillo de la esperanza, un sol negado a estimular. Sin embargo, no hay rencor, sólo la tristeza persiste cual maullido de un gato en olvido, conquistaste todas mis pasiones, aprendí de la piel al cambia de color con gotas azules. Al despertar de mis sueños estás conmigo, continúas acompañando al soñador quien ganó el sobrenombre del loco enamorado que escribe poemas por las madrugadas. Gustavo Huerta G. H.
Los mejores poemas de Amor y desamor Son las que nacen del sentimiento, desnudan la verdad, alegran los días y en ocasiones provocan lágrimas cuando se utilizan para despedirse. Se convierten en oraciones y cantos para disfrazar la tristeza, la soledad las trasforma en silencio, los niños en gritos reflejando su felicidad. A veces, se quedan guardadas para ocultar el pecado que daña el pasado, se convierten en arrepentimiento al despertar mirando un rostro ajeno. Son las palabras que deberían salir siempre con la verdad, las que tengo como nudo en la garganta al verte, las que necesito para decir… ¡Te amo! Gustavo Huerta G. H.
Las mejores frases y poemas de Amor y desamor En silencio, sin prisa pero sin pausa, con todos los sentidos, desde cada punto, desde cada centímetro de nuestra geografía. ¡Nos hemos saboreado, nos hemos amado tanto! Y como mudos testigos de nuestro amor eterno, el sol, la lluvia, el viento, que lo vieron crecer. Robándole las tardes al día haciendo de esas horas tan nuestras… Una dulce melodía, creando a cada instante infinitos momentos. Y el milagro se dio sin pedirnos nada, entregándolo todo, devorando el tiempo con desatada pasión. Para descubrirnos juntos, para sentirnos vivos y saberme por siempre eternamente tuya. Laura Roda
Las mejores frases y poemas inéditos Si mañana piensas en mí no olvides llamarme temprano decirme al oído que no tarde demasiado. Si la vida no tiene que ser así recuerda que en unos años puede parecer lejano el timbre de un “te amo”. Si mañana pienso en ti no olvidaré tomar tu mano susurrarte al oído que iré por ti al trabajo. Si la vida no tiene que ser así al tomarte entre mis brazos no debe sonar extraño el fin aún no ha llegado. Alexander Galván López
La frase de la imagen es ilustrativa NO pertenece a Mario Benedetti A veces el silencio convoca algarabías parodias de coraje espejismos de duende tangos a contrapelo desconsoladas rabias pregones de la muerte sed y hambre de vos pero otras veces es solamente silencio soledad como un roble desierto sin oasis nave desarbolada tristeza que gotea alrededor de escombros fuego mudo. Mario Benedetti
Las mejores frases y poemas de Amor y desamor Entibio mis ansias con tu recuerdo, atesorando aquel abrazo eterno, hilo rojo que ató nuestros destinos, con entregas de amor en el camino. Suspiros al viento por la añoranza, pasión que ni con el tiempo se acaba. Invento de siluetas en los sueños, imaginando en el horizonte un regreso. Hilo conductor de nuevo a la vereda, sin renuncia a un amor que dejó su estela. Amor desmesurado en cada encuentro, en nuestra existencia , se torna perpetuo. Pasión que se guarda en los corazones, senda trazada para unir a dos amores. Hebra que nos alcanza en la distancia, para robar a nuestras vidas la calma. Hilo rojo que amarró nuestras almas encendiendo en cada tropiezo la llama, fuego que se niega a ser aniquilado, lazo eterno, amor jamás olvidado. Ángeles Mendia