La frase de la imagen es ilustrativa NO pertenece a Mario Benedetti Por una vez existe el cielo innecesario. Nadie averigua acerca de mi corazón ni de mi salud milagrosa y cordial, porque es de noche, manantial de la noche, viento de la noche, viento olvido, porque es de noche entre silencio y uñas y quedo desalmado como un reloj lento. Húmeda oscuridad desgarradora, oscuridad sin adivinaciones, con solamente un grito que se quiebra a lo lejos, y a lo lejos se cansa y me abandona. Ella sabe qué palabras podrían decirse cuando se extinguen todos los presagios y el insomnio trae iras melancólicas acerca del porvenir y otras angustias. Pero no dice nada, no las suelta. Entonces miro en lo oscuro llorando, y me envuelvo otra vez en mi noche como en una cortina pegajosa que nadie nunca nadie nunca corre. Por el aire invisible baja una luna dulce, hasta el sueño por el aire invisible. Estoy solo como con mi infancia de alertas, con mis corrien
Amor, en estas noches luminosas de estío que cada estrella diga mi amor en tu ventana. No habrá fulgor insomne que no sueñe contigo, rezuma cada astro la pasión de mi alma. De memoria tan fiel, tiene cada latido, efímero y terreno, celeste resonancia, deseos vagabundos y olvidados deliquios el trémulo perfume guardado por mil arcas. Y el beso, el primer beso, fulge como un divino rubí de luz que solo los Cielos constelara. Amor, en estas noches luminosas de estío que cada estrella diga mi amor en tu ventana. La estelar armonía: siderales caminos, mundos etincelantes, miríadas fantásticas, son suspiros y quejas y sueños infinitos y voces febricientes apenas pronunciadas. Porque atesora el cosmos como un inmenso espíritu las gigantes y ardientes tempestades del alma, amor, en estas noches luminosas de estío que cada estrella diga mi amor en tu ventana. Gerardo Molina
Esta frase pertenece al libro " último round" de Julio Cortázar Pero el amor, esa palabra… Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente n
La frase de la imagen es ilustrativa NO pertenece a Mario Benedetti No es preciso que sea mensajera la paloma sencilla en tu ventana te informa que el dolor empieza a columpiarse en el olvido y llego desde mí para decirte que están el río el girasol la estrella rodando sin apuro el futuro se acerca a conocerte ya lo sabes sin tropos ni bengalas la traducción mejor es boca a boca en el beso bilingüe van circulando dulces noticias. Mario Benedetti
Los mejores poemas de Amor y desamor Son las que nacen del sentimiento, desnudan la verdad, alegran los días y en ocasiones provocan lágrimas cuando se utilizan para despedirse. Se convierten en oraciones y cantos para disfrazar la tristeza, la soledad las trasforma en silencio, los niños en gritos reflejando su felicidad. A veces, se quedan guardadas para ocultar el pecado que daña el pasado, se convierten en arrepentimiento al despertar mirando un rostro ajeno. Son las palabras que deberían salir siempre con la verdad, las que tengo como nudo en la garganta al verte, las que necesito para decir… ¡Te amo! Gustavo Huerta G. H.
Amor, en estas noches luminosas de estío que cada estrella diga mi amor en tu ventana. No habrá fulgor insomne que no sueñe contigo, rezuma cada astro la pasión de mi alma. De memoria tan fiel, tiene cada latido, efímero y terreno, celeste resonancia, deseos vagabundos y olvidados deliquios el trémulo perfume guardado por mil arcas. Y el beso, el primer beso, fulge como un divino rubí de luz que solo los Cielos constelara. Amor, en estas noches luminosas de estío que cada estrella diga mi amor en tu ventana. La estelar armonía: siderales caminos, mundos etincelantes, miríadas fantásticas, son suspiros y quejas y sueños infinitos y voces febricientes apenas pronunciadas. Porque atesora el cosmos como un inmenso espíritu las gigantes y ardientes tempestades del alma, amor, en estas noches luminosas de estío que cada estrella diga mi amor en tu ventana. Gerardo Molina
Seré tácito y violento, certero y austero Tú... Una historia que empezó con tu cabeza sobre mi hombro, Tú... Una sonrisa que me ayudo a digerir mil besos y calorías Tú... Aghata encerrada en unicornios y flores Tú... Constelaciones perdidas hechas por pecas Tú... La nieve cual color reflejaba cada trazo en tu piel Tú... Creciente entre mi sonrisa y abrazo Tú... Noche de juegos. Tú... Ternura emancipando minutos Tú... Tristeza en otoño, sonrisa encadenada Tú... Divina tú, fulgor menguante entre mis labios Tú... Sábanas, cuarto, espejo, tus ojos comiendo mi pasado... Tú... Fernando Pérez